Carmelo Rodero 9 Meses

Descripción

Carmelo Rodero nace en 1990, bajo el proyecto familiar de Carmelo Rodero, quien proviene de una vieja estirpe de viticultores de Pedrosa de Duero. El amor por la cultura del vino y el conocimiento adquirido en la tradición viticultora, le llevan a crear una de las bodegas hoy más representativas de la D.O Ribera del Duero. Desde su andadura, la apuesta por la máxima calidad y la excelencia, han llevado a bodegas Rodero a recibir los más altos galardones a nivel nacional e internacional. La personalidad de los vinos Carmelo Rodero reside en tres pilares fundamentales. El primero, las características de sus viñedos propios, cuyas edades oscilan entre los 5 y hasta los 100 años, y se localizan en diferentes pagos, hecho que brindará gran complejidad a sus vinos; los terrenos son arcillosos y calcáreos, y su altitud está entre los 750 – 900 metros, obteniendo así en toda esta conjunción de particularidades la máxima diversidad en sus uvas. El segundo pilar se fundamenta en las innovadoras técnicas de elaboración, un sistema único y patentado en el que se aúnan los métodos tradicionales y los más punteros para la vinificación por gravedad sin bombeo. El tercer pilar reside en la tradición familiar, el amor por la cultura vitivinícola, y el ímpetu con el que esta familia desempeña este proyecto, el cual hoy continúa y se consolida bajo la dirección enológica de Beatriz Rodero y la dirección comercial de María Rodero.

La variedad de uva de Carmelo Rodero 9 meses es 100% tempranillo, procedente de viñedos propios con edades de entre 5 y 20 años; su elaboración es clásica, con uvas despalilladas y semiestrujadas; durante la permanencia en depósito de acero inoxidable, se da paso a una segunda fermentación maloláctica, a 20-22º C, para la optimización de los aromas y de la suavidad, untuosidad, volumen y persistencia, características tan deseables y apreciadas en los vinos tintos. La crianza es de 9 meses en barrica de roble francés, hecho que aportará toques lácticos y vainillas. Finalmente, el vino permanece en botellero un mínimo de tres meses antes de su comercialización.